En su momento creí estar enamorada, hoy en día no se   si en realidad lo estuve, realmente no lo sé, se que fue   muy importante en mi vida, y que lo quise bastante,       pero cuando algo no es para uno, no es para uno, por      más de que te empeñes y te empeñes en tratar de         conseguirlo, por más de que remes diez veces contra la  corriente, existen personas que simplemente pasan por   tu vida para cambiarla, no para quedarse, y eso hizo      el.. Le dio un giro completo a mi vida, quizás si no lo     hubiera conocido seguiría siendo la misma que hace un   tiempo atrás, pero lo conocí, y con cada lagrima y cada  sonrisa aprendí, aprendí que de nada debo                    arrepentirme, que el sol siempre va a salir sin importar  que tan negros se encuentren los días, creo que si hoy    en día me detengo y miro hacia atrás ahí lo voy a ver a  él y a todos los momentos que vivimos, cada vez que     reíamos sin sentido alguno por cualquier estupidez,        aprendí demasiado como para entender que en la           adolescencia no puedo decir “es el amor de mi vida” ni  tampoco puedo prometer un “siempre te amaré”, por más de que he vuelto a estar con     otras personas y he tenido amores diferentes, él fue especial, eso no lo convierte en el      amor de mi vida, ni en el amor de mi adolescencia, pero si en una persona que supo          hacerme bien y mal a la misma vez, hoy recuerdo los buenos momentos, y si me preguntan ¿cómo fue tu historia con él? Podría decirles fue única, fue una amistad, fue un                  crecimiento, fue un aprendizaje.. Probablemente nunca más llegue a mi vida una persona   que la cambie tanto como ocurrió con él, y seguramente todos tenemos una persona así..   Alguien especial, pero no alguien especial por aun seguirlo queriendo y querer volver a       vivir momentos lindo junto a él, no! Si no alguien que te enseño a reírle a la vida y a bailar frente a los problemas..